Descripción
Los Khorne Berzerkers se deleitan en su rol de sagrados destructores del Dios de la Sangre, y su fanatismo es temido en toda la galaxia. La ira disforme de estos guerreros superlativos les lleva a un frenesí asesino en movimiento. Aquellos que les hacen frente en batalla son masacrados bajo una lluvia de furiosos golpes de armas sierra, cada uno de ellos lo bastante poderoso como para cercenar extremidades, decapitar cabezas y atravesar las placas de armadura pesada.
Este kit de plástico multicomponente permite montar 10 Khorne Berzerkers, arietes transhumanos implantados con clavos de Carnicero inductores de furia. Cada uno de estos guerreros está armado con una arma sierra de Bersérker (diversos modelos de hachas sierra y espadas sierra), además de una pistola bólter. Este kit incluye componentes para equipar hasta a dos Berzekers con evisceradores a dos manos, a otro con dos pistolas de plasma, y añadir a tu escuadra un icono Berzerkers rematado por un cráneo. También puedes montar un Campeón Berzerker, que incluye opciones adicionales de cabezas y hombreras, y puede armarse con una pistola de plasma propia.
En esta caja encontrarás un montón de opciones de montaje intercambiables, incluyendo mochilas de energía, hombreras con diseños grabados y 26 cabezas únicas, divididas entre yelmos con cresta y caras descubiertas, a fin de asegurar que no haya dos Berzerkers iguales en tu banda de Devoradores de Mundos.
Este kit consta de 141 componentes de plástico, e incluye 10 peanas redondas Citadel de 32mm. También se incluye una hoja de calcomanías de los World Earters con 200 transferibles de simbología de Khorne, tatuajes rúnicos, estrellas de ocho puntas, cráneos y variaciones del icono de la Legión de los Devoradores de Mundos. Estas miniaturas se suministran sin pintar y requieren montaje. Recomendamos usar pegamento para plástico Citadel y pinturas Citadel Colour.
Los World Eaters, una de las legiones traidoras más temidas y salvajes dentro del sombrío universo de Warhammer 40,000, son una fuerza de caos desatada, conocida por su insaciable sed de sangre y su desprecio por la debilidad. Antaño eran los orgullosos Hijos de Angron, Primarca implacable y brutal que dejó una marca indeleble en sus guerreros, convirtiéndolos en una marea furiosa y sedienta de violencia.
Ataviados con armaduras negras y ornamentadas con cráneos y trofeos de batalla, los World Eaters encarnan la esencia misma del Caos, abrazando la anarquía y el desenfreno en el campo de batalla. Sus rostros están distorsionados por la furia y el dolor, reflejos de la brutalidad y la corrupción que han consumido sus almas.
Liderados por señores del caos sedientos de poder y gloria, los World Eaters se lanzan a la batalla con una ferocidad desenfrenada, desatando un torrente de destrucción sobre sus enemigos. Su lealtad es solo para con los dioses oscuros del Caos, y su única meta es la glorificación del derramamiento de sangre en nombre de sus siniestros señores.
Sin embargo, esta sed de violencia tiene un costo terrible. Los World Eaters han perdido toda noción de humanidad y moralidad, convirtiéndose en bestias sedientas de sangre cuya única razón de existir es la matanza y la destrucción. Su deseo por la carnicería los ha llevado a ser despojados de toda razón y sentido de identidad, convirtiéndolos en monstruos despiadados que solo conocen una cosa: la guerra sin fin.
A medida que avanzan en su cruzada de destrucción, los World Eaters dejan a su paso un rastro de caos y desolación. Sus ataques son implacables, sin piedad ni compasión por aquellos que se interponen en su camino. Cada victoria solo sirve para alimentar su sed de sangre, impulsándolos hacia adelante en una espiral descendente hacia la locura y la perdición.
Detrás de sus filas de guerra, se encuentran legiones de esclavos y cultistas, sacrificados en los altares del Caos para satisfacer los deseos de los dioses oscuros. Los World Eaters no tienen amigos ni aliados, solo esclavos y víctimas que alimentan su interminable sed de violencia.
Aunque su destino está sellado por su lealtad al Caos, los World Eaters son temidos incluso por sus aliados caóticos. Su ferocidad y falta de control los convierten en armas de doble filo, tan propensas a destruir a sus aliados como a sus enemigos. En última instancia, los World Eaters son una advertencia sombría de los peligros del poder desenfrenado y la sed de sangre sin límites, una amenaza no solo para el Imperio, sino para toda la galaxia. Su legado es uno de horror y desesperación, una sombra oscura que se cierne sobre el universo de Warhammer 40,000.
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