Descripción
Ufthak Blackhawk fue un subordinado del Kaudillo Orko conocido como Badgit Snazzhammer. Tras morir este y quedar malherido el primero durante el asalto a la nave imperial Espíritu Resoluto, el Matazanoz Drozfang retiró la cabeza de Ufthak de su maltrecho cuerpo y la insertó en el decapitado cuerpo de Snazzhammer.
Ufthak portaba en su brazo derecho un akribillador de dos cañones con un kemakema acoplado. Además, en su brazo izquierdo blandía el martillo homónimo de Snazzhammer. Los Orkos más leales que tenía bajo su mando eran Mogrot Redtoof, su mano derecha; Wazzock Deffrow y el Matazanoz Drozfang.
Lo que más disfrutaba Ufthak de sus días de piratería y saqueo en los pecios espaciales eran los “bichos raros con muchos brazos que se mueven como Ciberjabalíes acelerados”. Durante una de dichas escaramuzas, antes de que Ufthak se hiciese con la capitanía de la Espíritu Resoluto, El Zerebrito, un Mekániko del Klan, instaló un Dekapitador Dizforme que causó un impulso catastrófico teletransportando la nave humana junto con el resto de la flota de El Mekzeñor frente al sistema Hephaesto, controlado por el Adeptus Mechanicus. Dicho salto provocó que los cuerpos de los humanos muertos se uniesen y reanimasen en formas grotescas que, lejos de desanimar a los invasores xenos, ofrecieron un festival de violencia del que les costó mucho desencantarse.
Poco tiempo después de llegar al planeta se dieron cuenta de que había otra nave Orka en órbita, la nave insignia del mismísimo Kapitán Badrukk, por lo que El Mekzeñor hizo llamar a todos sus subalternos a su nave Martillo de Morko. Tras un breve discurso motivador y con el beneplácito de Badrukk, deciden competir con su tripulación en el saqueo del mundo forja.
Para descender al planeta, sin embargo, loz Bukaneroz de Ufthak tuvieron que utilizar lanzaderas imperiales sin apenas modificar, por lo que el aterrizaje fue bastante complicado tras perder un ala y caer en picado.
Tras aterrizar cerca de unas fortificaciones humanas, experimentaron ciertos problemas para avanzar debido a que el suelo era poco firme y hasta las motoz resbalaban con la grava y los escombros que ya comenzaban a acumularse. Mientras las tropas del Adeptus Mechanicus les machacaban desde posiciones elevadas, los Orkos iban cayendo uno a uno, incapaces de alcanzar su objetivo. Ufthak tuvo entonces una idea; ya que el dakka no podía impactar a los defensores debido al ángulo, necesitaban algo que pudiese colarse tras los parapetos: granadaz.
Tras conseguir avanzar hasta las posiciones defensivas de los Skitarii, Ufthak se enfrentó a uno de sus comandantes y durante el duelo perdió su akribillador. Sin embargo, tras derrotar a todos los defensores Ufthak era el único Noble Orko aún en pie, lo que le dejó al mando del resto de la peña.
Poco después llegó una escuadra de tres Caballeros Imperiales y comenzaron a diezmar a los Orkos restantes. Ufthak organizó a los Orkos dispersos para atacar sus puntos débiles de los Caballeros. Lograron dañar un par de ellos, pero justo cuando se disponían a intensificar sus ataques apareció el Kapitán Badrukk en su flamante ingenio volador y consiguió derribar al último de ellos, arrebatándole con ello el botín de guerra a Ufthak y su banda.
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